viernes, 20 de junio de 2014

El desierto mágico de Wadi Rum


En la hermosa y no muy cercana Jordania, podemos apreciar al desierto más hermoso de todo el mundo, nada más y nada menos que el Wadi Rum. Posee más que espectaculares montanas e interminables arenas de un color rojísimo, con caravanas de dromedarios que lo convierten en un paisaje paradisiaco, más que mágico, el más místico en todo el mundo. Podemos apreciar a sus cinco puentes de piedra que han sido esculpidos por el agua y más por el viento. Las noches en que se ve majestuosa están plagadas de muchísimas estrellas que la adornan de una forma majestuosa, con montañas de arenisca que hacen de este desierto un hermoso enclave. En este sentido, ha sido declarado como Patrimonio Histórico de la Humanidad, y representa en la actualidad uno de los destinos turísticos más visitados y frecuentados por los viajeros intrépidos amantes de las aventuras. El desierto de Wadi Rum, o el llamado Valle de la Luna, es un sitio al que se debe emprender una visita obligatoriamente. Por lo menos una vez en esta hermosa vida, deberíamos apreciar el espectacular amanecer que adorna este hermoso paisaje.
De hecho, el color rojísimo de su arena se modifica con relación al cambio del sol. En las primeras horas de la mañana, podemos ver que se vuelve un naranja muy cálido y suave. Es sencillamente una experiencia inolvidable, imborrable que no podemos despreciar, pues es un desierto que en todo el mundo es conocido por Lawrence de Arabia, el cual lo había utilizado como la base de operaciones a lo largo de la Rebelio de Arabia entre los años 1917 y 1918. Unos 840 kilómetros cuadrados posee este desierto de extensión, el cual cuenta con muchísimas montañas, y en contraste con los otros desiertos, tiene muy pocas dunas. Las huellas que dejan los lagos salados se asoman en este maravilloso paisaje como las manchas del color blanco. La vegetación en este lugar es algo escasa, pero es cierto que en ciertas zonas, en las cuales se habían asentado las tribus con el transcurrir de los siglos, abunda grandemente. Los beduinos son los que todavía han perdurado. Se tiene conocimiento de asentamientos del ser humano en este hermoso desierto, los cuales datan del año 700 antes de Cristo.
Uno de los mejores lugares que posee este desierto es Khazali. Es nada más y nada menos que una montaña gigantesca de un color ocre, el cual guarda en su interior canalizaciones de las tribus de los nabateos y de los almudines, en los cuales se han conservado escenas de la caza del orix, que había desaparecido en el año 1940. El orix, es un antílope que posee larguísimos cuernos rectos que se asemejan al caballo, y tienen la capacidad de resistir temperaturas grandísimas en los periodos más intensos de sequía. Actualmente, un programa de cría que se encuentra en semi-libertad, está planeando la reintroducción de este antílope en el desierto, así también como otros puntos que se encuentran en Jordania.
Este desierto también es un atractivo enclave que es más que adecuado para los amantes de las escaladas. A partir de los años 80 habían llegado a este desierto para realizar escaladas en sus jebels, o realizar trekkings. El primer habitante de España que había realizado una escalada en la zona, había sido Angel Sanchez “Toti”, el que había escalado el “Jebel Rum” y había saltado desde la cima en parapente en el año 1987. Los amantes de las escaladas y los turistas son la fuente principal de los ingresos de los beduinos.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Designed By Seo Blogger Templates